Notas de la lección 5-2: El Espíritu Santo obrando en tu vida

En esta lección, hablamos sobre lo que impulsa nuestras vidas y una analogía sencilla es pensar en la electricidad. ¿Cómo sería la vida sin ella? A menos que tu familia tenga experiencia en campamentos primitivos, puede que a tus hijos les cueste imaginarlo. Sin teléfono, ni luz, ni refrigerador. Tus juguetes pueden tener pilas, el agua tiene una bomba eléctrica y tu coche arranca con la electricidad de una batería. La electricidad es una de esas cosas que siempre está ahí y es muy fácil darla por sentada o asumir que siempre estará ahí para ustedes.

Y estoy seguro de que entiendes adónde quiero llegar con esto, pero la electricidad es una analogía bastante cercana para la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas. Él está con nosotros siempre y en todas partes, y obra con tanta suavidad y constancia que es fácil no darse cuenta de todo lo que hace en nuestras vidas.

Una de las mejores maneras de crecer en nuestra relación con el Espíritu Santo es simplemente empezar a percibirlo. Uno de los objetivos de esta lección es simplemente ayudar a su familia a ser más consciente de lo que Él está haciendo en sus vidas.

Antes, Dios tenía un templo en Jerusalén donde habitaba Su Poder y Presencia; era como una especie de casa para Dios. Pero ahora, gracias a la obra salvadora de Jesús, somos ese templo donde habitan el Poder y la Presencia de Dios. Durante la Semana Santa, leeremos sobre cómo el gran velo del templo se rasgó en dos en el momento en que Jesús murió. ¡Lo que Él hizo por nosotros lo cambió todo!

(Planifique con anticipación la sencilla demostración del agua que acompaña a esta parte de la lección. Las instrucciones se encuentran al final de la página 2). Cuando alguien se bautiza, ocurren algunas cosas extraordinarias:

  • Nos convertimos en hijos adoptivos de Dios.
  • Cristo viene a vivir en nosotros.
  • Todos los pecados son perdonados.
  • Recibimos virtudes y gracias, y participamos en la vida de la Trinidad (¡y mucho más!).

Aún más importante es que todas esas cosas te sucedieron a TI cuando te bautizaste, y eso vale la pena recordarlo y celebrarlo.

PARA TU MESA DE ORACIÓN

Prepara la actividad “Las Gracias del Bautismo” y colócala en tu mesa de oración como recordatorio de este maravilloso regalo. Y mientras tienes esas fechas en mente, asegúrate de añadirlas a tu calendario y celebrarlas de forma sencilla cada año.

Esta lección termina con lo que mencioné hace un momento sobre ser más conscientes de la obra del Espíritu Santo en sus vidas.

Pregúntales a tus hijos: ¿Alguna vez han sido amables con alguien? ¿Le han dicho a alguien que lo aman? ¿Han compartido algo, apreciado una puesta de sol, han dicho la verdad, seguido las reglas o hecho alguna de las miles de cosas que consideraríamos buenas? Por supuesto que sí, y con ese sí viene el reconocimiento de que el Espíritu Santo está obrando en sus vidas. Los retamos a señalar algunos momentos de bondad en el comportamiento y las actitudes de sus hijos. Márquenlos como momentos del Espíritu Santo y díganlo en voz alta: “Gracias por (hacer eso)”. ¡El Espíritu Santo está obrando en ustedes!

Y adultos: esperamos que hagan lo mismo con sus propios momentos de bondad. ¡Reconozcan estos momentos de gracia y susurren una oración de agradecimiento al Espíritu Santo!

Y con todo esto que se dice sobre el bautismo, necesito hacer una invitación. Si ustedes o alguno de sus hijos aún no están bautizados, esta es su invitación a comenzar ese camino de fe. ¡El Espíritu Santo los llama a aceptar todos los maravillosos regalos que Dios tiene para ustedes! El proceso es sencillo y pueden comenzar hablando con su sacerdote o su director de Formación Familiar. ¡Únanse a la familia!