Memorizando las Bienaventuranzas

No hay manera de evitarlo – el verso para memorizar de este mes es bien LARGO!  Según el Catecismo, las Bienaventuranzas están en el corazón de la predicación de Jesús,1 enseñan acerca de nuestro deseo de felicidad, revelan la meta de la existencia humana y nos enseñan sobre el final al que Dios nos llama.  Parece importante, ¿verdad? Así que obviamente sería una buena cosa de estar más familiarizado con ellos y su significado.  Pero aún así, puede ser una tarea difícil para un niño de memorizarlos.

Me gustaría recomendar algunos modos muy simples de dividirlos y hacerlos más manejable. Cada una de las ocho Bienaventuranzas sigue un modelo predecible. Cada uno comienza con una declaración que dice quién es bendecido y termina con el porqué. Trate de hacer dos páginas de tarjetas como las siguientes (o simplemente utilice estos tarjetas de las Bienaventuranza e imprímelas) y trabaja juntos en los siguientes desafíos:

· Comience por hacer conjuntos correspondientes para hacer las oraciones completas y correctas. (No se preocupe por ponerlos en el orden correcto todavía.)

· Trabaja al revés, haciendo coincidir cada porqué con un quién.

· Piense en las palabras clave del primer conjunto (manso, misericordioso, pacíficos, etc.) y aprenda a ponerlas en orden.

· Utilice las cartas como una experiencia táctil para obtener los ocho correctos y en el orden correcto.

· Transfiera esta habilidad para ponerlos en orden verbalmente sin las tarjetas.

Ahora, ¡ felicita a tus hijos por su perseverancia y habilidades mentales!

Normalmente, pondría una alta prioridad en la comprensión del vocabulario de algo como esto, y aunque eso es realmente importante, es posible que desees posponerlo un poco hasta que están estudiando la lección sobre las Bienaventuranzas al final del mes.  (Por supuesto, si tu hijo te pregunta qué significa manso, deje de hacer lo que estás haciendo y búsquelo juntos.  ¡Ese es tu momento enseñable!)

http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s1c1a2_sp.html